Existen muchas maneras de unir dos componentes. Siempre que sea necesario separar y volver a unir una unión, no hay alternativa a las uniones atornilladas. Son versátiles, cumplen todos los requisitos técnicos y siguen siendo rentables^, por lo que son uno de los métodos de unión más utilizados, ya sea en un ordenador portátil, un avión o la construcción de vigas de un puente.
A diferencia de otras técnicas de unión clásicas, tienen una ventaja decisiva: se pueden desmontar. De este modo, es posible realizar reparaciones, trabajos de mantenimiento y modificaciones. Además, a diferencia de los adhesivos, remaches y uniones soldadas, no impiden la reutilización de los componentes. Por último, pero no menos importante, las geometrías de los elementos de fijación y las aleaciones metálicas utilizadas pueden adaptarse de forma ideal a los componentes que se van a unir y a las cargas esperadas en el funcionamiento normal.
Conocimientos básicos: una unión atornillada se caracteriza por ser una unión en arrastre de fuerza o por fricción. Una excepción es la unión atornillada con tornillos. En este tipo de conexión, el enfoque no se centra en la fiabilidad axial, sino en las fuerzas laterales. Se utiliza principalmente en construcciones de acero y no está diseñada para ser antideslizante.
El elemento de fijación une dos o más componentes de tal manera que, incluso bajo carga, se comportan como una sola pieza. De este modo, la fijación evita movimientos no deseados de los componentes conectados entre sí.
Al calcular la fuerza de tensión previa para alcanzar la fuerza de sujeción necesaria, se deben tener en cuenta las pérdidas por fricción en la rosca y debajo de la cabeza del tornillo. Por supuesto, es importante seleccionar una unión atornillada que alcance la fuerza de precarga deseada y la mantenga en condiciones de funcionamiento. Después de todo, los elementos de fijación no solo se diferencian por los perfiles de rosca, sino también por las clases de resistencia, entre otras cosas. Esta clasificación proporciona información sobre la capacidad de carga y la resistencia a la tracción de un elemento de fijación y debe marcarse en cada elemento de fijación con un diámetro nominal superior a 5 mm.
El código de la clase de propiedad consta de dos valores separados por un punto. El primer número corresponde a la centésima parte de la resistencia a la tracción final nominal. El segundo número es un factor de diez de la relación entre el límite elástico inferior y la resistencia a la tracción final nominal.
Un elemento de fijación de la clase de resistencia 8,8, por ejemplo, tiene una resistencia a la tracción de 800 N/mm² y una relación de límite elástico de 0,8. La relación de límite elástico es la relación entre el límite elástico superior (en este caso 640 N/mm²) y el límite elástico máximo (en este caso 800 N/mm²). La resistencia de fluencia describe el valor en el que el material comienza a deformarse plásticamente, momento en el que puede iniciar su fractura. Hasta alcanzar la resistencia a la tracción, el elemento de fijación no debe alargarse ni romperse.